Este no es nuestro Barça

e parece que es la frase que más he escuchado en los últimos diez días. Es lo que nos estamos preguntando muchos (periodistas, aficionados y socios) desde el pinchazo en San Siro (2-0), que ha parecido ser el desencadenante del mal momento de los culés. A ello debemos unirle que el entrenador está tratándose de una cruel situación, que el entorno aprieta y que la gestión de la Junta de Rosell está dejando mucho que desear. Pero yo he venido a aquí a hablar de fútbol, como decía Umbral.

El sistema se ha quedado obsoleto: 

el falso nueve y el “tiki taka” están en entredicho debido a que los otros equipos han sabido contrarrestar esa obsesión de entrar por el centro  y meterse con la pelota hasta la portería. Jugar con tres medios de toque está muy bien, pero si no eres capaz de recuperar la pelota, estás perdido. La presión no tiene la intensidad de hace unos meses, y la circulación de balón es muy lenta debido a que el físico no acompaña. Además, la monotonía y rutina del toque debe romperse con pases al hueco, y ahora mismo nadie busca el espacio.

Los jugadores: 

Messi, Cesc, Busquets o Pedro no están en su mejor momento de forma, y se está notando. Si de diez jugadores de campo, hay cuatro que no están finos, el equipo se resiente. En cada partido desde Milán, se nota cuando salen hombres de refresco (Tello, Villa), hay más profundidad y más llegada. Está muy bien que un jugador marq